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DOS SENSIBILIDADES DISTINTAS FRENTE A LA RÍA. José María Rodríguez Díaz (2008)

    Coa perspectiva que dan quince anos pasados, lector, cambiarías algo?

Viernes, 27 de junio de 2008

DOS SENSIBILIDADES DISTINTAS FRENTE A LA RÍA

• Publicado por jmrd_ribadeo a las 20:16

La tradición del Principado de Asturias sobre el cuidado del medio ambiente es legendaria, sobre todo si la comparamos con la gallega. Exponente de su interés por el ornato, la belleza y la conservación medioambiental es el concurso establecido hace ya muchos años para premiar al pueblo más ejemplar y más cuidado de su Comunidad. Basta fijarse en el desarrollo actual del urbanismo en su territorio para darse cuenta de que, comparado con el gallego, estamos ante dos modelos distintos de entender y de respetar el medioambiente en la ordenación del territorio. En nuestra vecina Asturias el tradicional respeto al espacio natural y paisajístico siempre se impuso por encima de cualquier interés urbanístico. Mientras que en la vecina comarca gallega la especulación urbanística y el crecimiento irracional, fruto de la insensibilidad medioambiental de sus habitantes, se cebaron en su superficie todo a lo largo y a lo ancho de su territorio, muy especialmente en ciertas zonas del litoral. Exponente de lo que digo es el cercano concejo de Barreiros y otras villas costeras a las que la incultura medioambiental de algunos de sus alcaldes, la apatía de la misma Xunta y la codicia de la población y de los promotores han permitido su destrucción irreparable. Estamos, pues, ante dos sensibilidades distintas frente al mismo problema.

Y viniendo a Ribadeo, la política especulativa y la incuria de algunos de sus alcaldes han contribuido últimamente a la destrucción de los rasgos tradicionales de que gozaba esta villa desde tiempos remotos hasta los años setenta. Las excesivas alturas permitidas en sus construcciones y la exagerada densidad de edificios sin espacios verdes, así como las actuaciones expoliadoras realizadas en la ría en los últimos años han puesto en entredicho su típica belleza de villa tradicional, asentada en este entorno de fascinante atractivo que le proporciona la ría.

En contraste con este abusivo desarrollo urbanístico se levantan justo en frente, en la orilla asturiana de la ría, las villas de Castropol y Figueras, verdaderos modelos de desarrollo urbanístico ordenado y respetuoso con el paisaje y el medioambiente. En la villa de Castropol, con la blanca torre de su iglesia presidiendo todo el conjunto y respetada por las restantes edificaciones del entorno, los edificios descienden escalonados hasta la misma ribera, como un mágico nacimiento acariciado por el cálido sol de poniente. Y en Figueras, sus edificios se cobijan a la sombra de la Torre del Reloj, que marca el canon de altura que nadie debe sobrepasar, conservando así su tradicional tipismo de villa marinera. Frente a este esmerado modelo urbanístico se encuentra Ribadeo, en donde cada promotor pretende erigir su propia torre que, al igual que la de Babel, aspira a alcanzar los cielos del feismo y de la especulación. Estamos, pues, ante dos modelos distintos de urbanismo. Y si Vd. no lo cree, mire, observe y compare.

Y esta política avasalladora, practicada sin escrúpulos desde Galicia, alcanza a la misma ría de Ribadeo. El gobierno gallego actual, tan insensible hoy como antes a las bellezas naturales de este ecosistema y sin proyecto alguno de conservación de la belleza natural de sus villas marineras, sigue empeñado en destruir este bello rincón del Cantábrico en aras de unos intereses industriales privados. Sin importarle para nada las consecuencias que esa actuación pueda tener en los flujos de las mareas, la formación de los tesones y demás espacios naturales y paisajísticos, el gobierno gallego se dispone a autorizar la construcción de una enorme nave en el muelle de Mirasol para servicio de la multinacional ENCE, y dar así al traste con las pretensiones del pueblo de Ribadeo, que quiere evitar ver a su hermosa villa convertida en un espacio industrial, en el que otros valores tradicionales que antes la distinguían, como la hostelería o el turismo, no tengan cabida.

Los espacios Ramsar, Rede Natura, espacio LIC, zona Zepa o Reserva de la Biosfera y tantas otras medallas, que declaran a la ría como lugar de protección y de interés comunitario, sólo les sirven a los políticos para sus celebraciones festivas y para sacar brillo y rendimiento político para conquistar la voluntad de las masas, sin mover un dedo por la salvaguarda de este ecosistema. Las sistemáticas actuaciones que la Xunta autorizó últimamente en el territorio gallego de la ría, como las escolleras, los rellenos, la destrucción de las calas y playas y aún el paseo marítimo, son exponente de un grave desprecio por Ribadeo y por su ría. Y frente a esa postura iconoclasta de la Xunta, nuestros vecinos los asturianos, que hasta ahora la habían tratado con sumo respeto velando por su conservación integral, empezarán desde ahora a aplicarse la ley del talión: ojo por ojo y diente por diente. ¿Qué otra cosa es, sino, la nave que autorizaron en el puerto de Vegadeo? ¿Qué autoridad moral tiene ahora la Xunta de Galicia para oponerse a este proyecto?

La Xunta de Galicia, a través del ente Portos de Galicia, con el apoyo de la Sra. Caride y el silencio cómplice del Sr. Touriño, se esfuerza en ocultar a los medios de información los proyectos devastadores que tiene para la ría. Cuando hablan de las grandes inversiones que tienen previsto realizar a ambos lados de la ría, como manifestaron ambos titulares de medioambiente en la reunión mantenida en el Peñalba en días pasados, sin una comisión que las controle, hay que ponerse a temblar. Porque las afirmaciones de los políticos hace ya mucho tiempo que dejaron de ser creíbles para los ciudadanos y debemos estar siempre alerta.-

José Mª Rodríguez

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