O tempo pasou e a principal diana deste artigo, o ascensor, segue en pé, despois dunha traxectoria sinuosa como mexadoiro ou como diana de tiro, pero subindo e baixando algunha xente...
Jueves, 16 de agosto de 2007
HERENCIAS políticas
• Publicado por jmrd_ribadeo a las 10:09
Del gobierno bipartito que dirigió los destinos de Ribadeo en el pasado mandato nos han quedado varias herencias, entre las que cabe destacar, por la importancia negativa que tienen, las siguientes: La deuda municipal, el macro edificio de detrás del Teatro y el ascensor de la Atalaya. De ellas, las dos primeras habrán de ser asumidas, sin duda, por el gobierno actual, por tratarse de hechos consumados.
En cuanto a la tercera, la del programado ascensor de la Atalaya, es un tema sobre cuya viabilidad y oportunidad el actual regidor, dada su trascendencia, debiera reflexionar con calma, contrastando las opiniones, tanto de los miembros de la oposición, como del pueblo y de técnicos independientes.
Porque, ¿de qué se trata? ¿Es este proyecto, fruto de las brillantes ideas del anterior regidor, la panacea que va a solucionar los problemas de un concejo tan endeudado? Estamos ante un servicio no necesario, carente de prioridad en un sensato programa de inversiones, del que van a disfrutar muy pocas personas, pero que va a representar una enorme carga económica para el futuro de nuestro concejo, a la que tendremos que hacer frente entre todos y cuya verdadera utilidad está aún sin demostrar.
¿Se ha estudiado el impacto, tanto positivo como negativo, que este proyecto va a tener en el desarrollo de la villa de Ribadeo? ¿Cuáles van a ser las consecuencias económicas que va a implicar para los contribuyentes de nuestro concejo? ¿A cuánto van a ascender los gastos derivados del personal necesario para su funcionamiento diario, el costo de la energía que va a consumir y los gastos de su conservación? ¿Podrá el concejo de Ribadeo, actualmente tan endeudado, hacer frente a estos gastos?
De este programa se desconoce casi todo. Parece ser que su objetivo es comunicar el Paseo Marítimo con la explanada de la Atalaya para que la gente pueda acceder desde los puertos al casco viejo de la villa, sin tener que utilizar los medios convencionales, y poder así llegar a la Torre de los Moreno para contemplar cómo se cae a pedazos este famoso emblema de Ribadeo.
Si este proyecto se llevara, finalmente, adelante yo le sugeriría al actual regidor la dedicación de una calle a quien tuvo tan brillante idea para que quede constancia de su autoría ad perpetuam rei memoriam.
Este problema no es de menor envergadura para tomarlo a la ligera. ¿Será el impacto visual de este proyecto casi nulo, como proclaman los técnicos que lo elaboran? ¿Puede uno fiarse de los criterios de Costas a la vista de sus muy dudosas actuaciones en nuestro litoral? Caben dos soluciones: cerrar los ojos y seguir adelante con el mencionado proyecto, ignorando las consecuencias futuras para la economía de un concejo tan endeudado o pararse a analizar, antes de que sea demasiado tarde, su viabilidad a la luz de las posibilidades reales del Ribadeo actual para no tener luego que arrepentirse cuando ya no tenga remedio. El actual regidor no debería caer en el error de la tan proclamada infalibilidad de que en ocasiones se creen dotados ciertos alcaldes. Porque, a veces, hay cosas que, aún regaladas, no resultan viables para la economía de un concejo como Ribadeo. Véase, sino, el famoso ascensor instalado en San Pedro, en A Coruña, averiado a los dos días de su inauguración, que ni sube ni baja. ¿Por qué será?
Sobre la viabilidad de este proyecto viene muy al caso aquí aquel pensamiento de Sancho cuando abandonó el gobierno de la Ínsula Barataria: 'Nadie tienda más la pierna de cuanto fuere larga la sábana'. Una frase que nos debía hacer meditar.-
Comentarios
• Fecha: Jueves, 16 de agosto de 2007
• Hora: 18:51
Autor: a333
Entre las herencias políticas del anterior bipartito (del cual el nuevo gobierno formaba parte) está también el tema de la subida de sueldos al personal (a muy pocos y escogidos) El peatonalizar que ha dejado sin aparcamientos un Ribadeo que ya no tenía.
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