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EL CASTRO DE FORNELO. José María Rodríguez Díaz (2008)

    Un apunte histórico que sería recollido e ampliado despois no libro 'Sobre os Castros de Ribadeo'.

Domingo, 20 de abril de 2008

EL CASTRO DE FORNELO

• Publicado por jmrd_ribadeo a las 10:48

Continuando con el prometido recorrido por los castros catalogados por Patrimonio en el concejo de Ribadeo, y que si son inteligentemente tratados pueden llegar a constituir uno de los mejores fondos culturales y turísticos de este concejo, me voy a referir en este comentario al castro de Fornelo.

Se encuentra situado este castro en la orilla del mar, en las proximidades del núcleo de Río, en la parroquia de Piñeira. Dos kilómetros de distancia lo separan del castro de As Grobas de Vilaselán, lo que nos habla de la interrelación y convivencia que debió de haber entre ambas poblaciones en los tiempos de su ocupación. Actualmente se comunican entre sí siguiendo la nueva carretera que recorre el litoral de las parroquias de Vilaselán y Piñeira.

Tiene en común este castro con el de As Grobas, a parte de su proximidad, la circunstancia de pertenecer los dos a los llamados castros costeros que, a diferencia de los castros del interior, albergaron comunidades humanas de similares costumbres y formas de vida, que vivían en las proximidades del mar y que extraían de él los recursos habituales para su subsistencia.

La forma del castro de Fornelo se adapta a la de la península en la que está ubicado y de la que en aquellos tiempos pasados formaba parte, también, la isla que lo limita por el norte, conocida con el nombre de Insua de Fornelo. La superficie del castro es de 1,75 Ha. por lo que se puede catalogar como perteneciente a los clasificados como de tamaño medio. Su antigüedad es la misma de todos los castros de esta comarca, es decir, pertenece a la Edad de hierro y romana. La propiedad de este castro, al contrario de lo que consta en la ficha de Patrimonio, es de carácter público, gracias a la sagacidad de los técnicos de Concentración Parcelaria que tuvieron el acierto de dejarlo como superficie de masa común. Para mayor abundamiento cuenta, además, con la protección de estar afectado por Costas como zona de reserva del litoral. El itinerario a seguir para visitarlo es dirigirse al núcleo de Río, en Piñeira, y tomar una pista asfaltada que conduce hasta él. Actualmente está dedicado a pastizal. Su conservación es buena, aunque falta una muralla en su lado sur, que en tiempos pasados fue derrumbada, seguramente para hacer pastizal. Sus defensas están formadas por tres líneas de murallas y dos fosos en su parte nordeste y suroeste, denominados aún actualmente con el nombre de Cárcovas debido a los fosos que lo rodean. Al igual que el de As Grobas, la parte restante no defendida por fosos está defendida por el acantilado y el mar. En las proximidades del castro, por su lado suroeste corre un regato, conocido con el nombre de Río do Couto, o de Espadanal según la ficha de Patrimonio, que hoy sirve de deslinde entre las parroquias de Piñeira y Vilaframil, y del que los habitantes del castro se abastecían de agua. Cabe añadir como curiosidad a estudiar por los técnicos arqueólogs que en las cercanías del castro por su parte oeste existe una fosa labrada en roca conocida popularmente como “maseira dos mouros”. La existencia de una mámoa en el mismo castro es también presumible porque hay constancia de la existencia una gran lastra que no hace mucho fue sustraída de allí.

La zona de protección del entorno de este castro quedó fijada en el PXOM en una extensión de 8400 m2.

Alguna de las personas mayores de la vecindad que tenían parcelas de labor en el castro recuerda haber escuchado ciertos comentarios sobre algunos hallazgos encontrados en él, como un torques y que ellos identificaron como una “asa de ouro”.

Descubrir el origen de su étimo no reviste especial dificultad. Fornelo es un nombre que se deriva de su correspondiente latino Fornus ‘horno’, en gallego ‘forno’. A esta palabra latina se le añadió el diminutivo despectivo -ullus, en gallego -elo, que finalmente formaban Fornullus en latín y Fornelo en gallego, para referirse con esta palabra a un horno pequeño y sin importancia. ¿Recibió este nombre por haberse, quizás, conservado allí desde la antigüedad algún horno dedicado a la fundición de metales o al cocimiento de harinas perteneciente a la primitiva comunidad del castro? Tal vez pudiera ser esa la explicación del topónimo con el que hoy se le conoce.-

José Mª Rodríguez

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