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ROMA LOCUTA, CAUSA FINITA. José María Rodríguez Díaz (2008)

    Case quince anos despois, a votas co nome da ría de Ribadeo, José María non dubidaría en admitir o pouco que vale a palabra das 'Romas' de hoxe. E, mentres, seguiría a lamentar a falta dunha verdadeira xestión.

Sábado, 29 de marzo de 2008

ROMA LOCUTA, CAUSA FINITA

• Publicado por jmrd_ribadeo a las 9:44

Después de asistir a esta larga y absurda polémica que en estos tiempos pasados se levantó entre Galicia y Asturias entorno al verdadero nombre de la ría que forma el estuario del Eo en donde se encuentra ubicada la villa de Ribadeo, la Comisión Nacional de Nombres Geográficos, perteneciente al Consejo Superior Geográfico, el pasado 12 de marzo adoptó un acuerdo haciendo público el nombre oficial de este estuario. Y el veredicto emitido es que el nombre ‘Ría de Ribadeo’ es su única denominación oficial. Y, como dice aquel viejo refrán atribuido a Agustín de Hipona: ‘Roma locuta, causa finita’; que, traducido, quiere decir: ‘Díjolo Blas, punto redondo’.

Se zanja así una larga polémica promovida artificialmente por ciertas personas de la comunidad asturiana y aun por sus propias instituciones que defendían el nombre de Ría del Eo para este estuario y que aspiraban a imponer sus criterios sobre las razones históricas que lo avalan como Ría de Ribadeo. Llegaron hasta tal punto en su desatino que, a imitación del rey Salomón cuando propuso partir el niño en dos para averiguar quién era su verdadera madre, no dudaron en partir la ría longitudinalmente en dos, aunque con menos acierto que Salomón, para adjudicarle al lado asturiano el nombre de Ría del Eo y Ría de Ribadeo al lado gallego.

Una absurda y ridícula situación que, como en aquellos lejanos tiempos en los que las mejores cabezas de Europa empleaban sus energías en discutir en las universidades medievales sobre el sexo de los ángeles, dio lugar a muchos y extensos artículos, exposiciones, pronunciamientos y apelaciones sobre este topónimo. Una lucha en la que, junto a posturas claudicantes de algunas autoridades locales de Ribadeo y aun de la Xunta que guardaban un silencio cómplice ante sus correligionarios asturianos, ciertos colectivos, como la Plataforma pola Defensa da Ría de Ribadeo y algunas otras personas privadas pusieron todo su esfuerzo en demostrar la verdad sobre el nombre que a esta ría le corresponde y lograr que fuera así proclamado por la autoridad competente. Las referencias, tanto geográficas como históricas, que avalaban sus argumentos eran muchas y definitivas. Y aunque los asturianos continúen denominándola ría del Eo en sus futuras intervenciones orales o escritas, lo harán sabiendo desde ahora que esa no es su denominación oficial.

Lo más lamentable de esta ridícula situación promovida por posturas localistas y antagónicas es comprobar que las fuerzas vivas de ambas comunidades, entretenidas en esta disputa, abandonaron su primordial objetivo de luchar por la defensa y conservación de este patrimonio común que continúa día tras día deteriorándose por causa de una mala gestión de ambas comunidades. Como nos recuerda Victor Moro, en uno de sus últimos comentarios sobre este tema, “la ría… es de todos y a todos corresponde ocuparse de su mejora y conservación, pues los arenales avanzan y las instalaciones y obras que se anuncian agravarán la navegación, hoy ya difícil”.

Creo que ha llegado el momento para que, olvidada ya esta absurda pelea, las autoridades de las dos comunidades que la disfrutan se preocupen de su conservación efectiva, del cuidado del medio ambiente y de su hábitat. No hace aún mucho tiempo que, en una carnavalada organizada, se reunían en el medio de la ría para celebrar, alzando sus copas, la declaración, hecha por la UNESCO, de las Tierras de Burón, los Oscos y el río Eo como reserva de la Bioesfera, olvidando nombrar la Ría de Ribadeo como principal elemento a proteger. Con sus actitudes hipócritas están permitiendo que las villas de su ribera sigan vertiendo impunemente sus fétidas aguas en ella y que el deterioro de la ría siga su curso inexorable sin que nadie le ponga freno. Y pensar ahora que esta declaración de la Comisión Geográfica, como antes la de la UNESCO, van a cambiar el futuro de la Ría de Ribadeo sería pensar en un milagro. Y una adecuada gestión no funciona con milagros, sino con esfuerzo y trabajo, algo que no se aprecia por ningún lado.-

José Mª Rodríguez

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