20160206

O prezo dun café na Illa Pancha

Hoxe saiu na Comarca un artigo sobre a illa Pancha:
O texto:

El precio de un café en la Isla Pancha
Por nuestro faro

El Concello de Ribadeo puso a disposición de este grupo varios documentos, entre ellos el contrato de Concesión de ocupación de la Isla Pancha. Y a través del título de la concesión pudimos ser conscientes de la magnitud de los cambios autorizados y/o obligatorios en nuestra isla. La importancia de la información nos llevó a la conclusión de que era necesario difundir su contenido, dado que nadie estaba al corriente de las condiciones de la concesión, y que tanto los que están a favor como en contra de la explotación privada del faro, tenían derecho a conocer el destino de la isla.
Lejos de una simple adaptación del interior del edificio para uso hotelero, el contrato refleja modificaciones en la fachada y en prácticamente la totalidad de la parte firme de la isla (500 m2).
El texto de la concesión divide esta superficie en 6 parcelas. La primera corresponde al antiguo faro, donde se va a llevar a cabo la «rehabilitación interior y de fachada para uso hotelero». A continuación, en las parcelas 2 y 3, correspondientes al antiguo garaje y a su rampa, se prevee su acondicionamiento «ambos como cafetería, y además instalación de una terraza desmontable sobre estos espacios». En la parcela 4, contigua al garaje, se planea la «ejecución de una rampa de acceso peatonal a cafetería». En la 5, parcela de terreno al otro lado del camino, tendría lugar «la instalación de una terraza de tarima exterior frente a la cafetería a ejecutar». Por último, en la parcela 6, terreno entorno al faro y al garaje de una extensión de 231,44 m2, se espera la «habilitación de una zona ajardinada en torno al faro y cafetería».
De momento tenemos un faro modificado por dentro y por fuera, tarima, dos terrazas, y un jardín de proporciones nada desdeñables. Aunque en el contrato no se especifica el número de mesas, sombrillas, sillas, banderas o petunias que se tenga a bien plantar, podemos imaginar las posibilidades que otorga el contrato, pero ciñéndonos al texto presente, ya no podemos dar crédito a la ocupación minimalista que hasta ahora fue divulgada, ni a lo que se pueda comentar posteriormente, pues sólo el contrato tiene validez legal y contiene 4 firmas estampadas al pie de cada página.
Pues bien, entre las obligaciones se encuentra la cartelería en la entrada del puente (parte exterior): «advertencias de seguridad y responsabilidad por la naturaleza de la isla, costa natural, riesgo de caída al mar, acompañamiento permanente de niños, etc», «pictograma de advertencia de posibles condiciones meteorológicas adversas (fuerte viento,oleaje,...)», «pictograma de riesgo de caída de peatones al mar», «pictograma de riesgo de caída de vehículos al mar», «horario de apertura de la puerta de paso […]», «prohibición de acceso de vehículos que excedan de 3.500 kg P.M.A., o que por sus dimensiones pongan en riesgo la estructura o elementos del puente de acceso al faro», «prohibición de paso a todo vehículo excepto clientes del hotel (no de la cafetería)[...]», «advertencia de que los usuarios de la isla deberán mantenerse dentro de las zonas de paso habitual […]», «advertencia de denuncia, infracción y sanción por depositar residuos, según TRLPEMM».
Por otro lado, los carteles obligatorios en otras ubicaciones son: «señal de aparcamiento en la explanada habilitada como tal antes de la bajada a la isla; señal de prohibición de circulación posterior a dicha explanada con texto 'Salvo autorizados por Autoridad Portuaria y residentes en hotel'», «cartel, en portal pero en cara interior, con teléfono de emergencia 112 y teléfono de contacto 24h con el concesionario […]», «cartelería, pasado el puente, de desvío de peatones a cafetería y faro nuevo (escalera) o hotel y minusválidos (camino)», «cartel, tras faro nuevo, de prohibición absoluta de paso al islote norte […]», «en el frente del arco de entrada a la isla : nombre del hotel y cafetería, y logotipos del APFSC, PdE y Faros de España». A esto se añade “en el exterior del edificio del faro, en lugar visible, deberá instalarse un cartel indicativo de la integración del proyecto en 'Faros de España', respetando la imagen corporativa”.
En total, aparecen un mínimo de 16 carteles, sin contar que cuando el contrato utiliza los términos «advertencias» o «cartelería» se está haciendo alusión a varios carteles.
De esta polución visual e invasiva también se deducen otras realidades, como el acceso de vehículos a la isla, y ello de prácticamente cualquier envergadura y peso mientras sea soportado por el puente, aunque no se explicita nada sobre el grado de violencia medioambiental que la isla puede soportar.
Entre las obligaciones por contrato, también se encuentran la «prolongación de barandillas de puente a todo el pretil», la instalación de papeleras, proyecto eléctrico desde acometida general hasta la cafetería y hasta el hotel, «plano inclinado de aparcamientos en batería en fachada NW»
Y por si fuera poco, también se plantea como obligatorio la existencia bajo tierra de un «aljibe enterrado y su bombeo», así como «fosas sépticas y su modo de mantenimiento».
Esta selección de modificaciones obligatorias (visuales e internas) anunciadas en la isla Pancha no es exhaustiva, pues el documento original consta de 10 páginas, pero lo retranscrito aquí ya dista mucho de una simple remodelación del interior de un edificio.
Imaginemos llegar al faro y encontrarnos con un paisaje entarimado, ajardinado, con terrazas, carteles, papeleras, y un parking (más lo que se añada para aderezar el conjunto, incluyendo la iluminación). Todos soñábamos con entrar en la Isla Pancha, pero ¿a qué precio? ¿la privatización de nuestro patrimonio, el uso del faro como hotel, la modificación de la superficie y de las entrañas de la isla, la degradación anunciada de un enclave único? Según el contrato, el que entre lo hará a pie, dejando el coche fuera, por no ser cliente del hotel, aunque de todas formas el límite de vehículos y la circulación en dirección única -nuestra pequeña isla ya no da para más- están asegurados. De lejos, aquello no será muy distinto de cualquier otra adaptación costera para el turismo, salvo que ésta llevará como complemento un hotelito de lujo que los ribadenses no disfrutarán.
El conjunto de las instalaciones y materiales introducidos ocuparán de tal modo la superficie transitable de la isla, que, de llevarse a cabo, pronto se nos olvidará la imagen idílica que de ella teníamos hasta ahora y que servía de reclamo para un turismo diferente, atraído por una herencia natural y paisajística incomparable. Su imagen, emblemática de Ribadeo, tantas veces fotografiada, pasará a la historia.
¿Cuál es el precio final de un café en la Isla Pancha?
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Consello: repasa 'un faro de todos y para todos'

1 comentario:

Moisés dixo...

Sólo quienes estamos en contra de su uso fuimos capaces de soñar con el mal menor que sería una "simple adaptación del interior del edificio para uso hotelero"... pero esta gente, si lo hace (o lo que es lo mismo, si se les deja) lo hace a lo grande!